La manada y la silla musical

Cansados de tanto sexo, nos fumamos un cigarro y le pregunto a Cristina, la pelirroja momentos antes había manchado todo el sillón dental con sus fluidos, con la respiración aún agitada, elevaba esos senos tiernos de veinteañera…

-¿Qué es lo más caliente que has hecho?

Ella vaciló un instante, tratando de recordar y después de unos segundos me dijo:

Cuando era muy joven, teníamos un juego con mis amigos, los hombres se sentaban cada uno en una esquina de la habitación, y nosotras nos sentábamos arriba de ellos, luego apagábamos la luz por 5 minutos y podíamos hacer todo lo que quisiéramos a oscuras… cuando volvimos a prender la luz, dos de nosotras ya no teníamos ni blusa ni sostén, y los hombres tampoco tenían sus poleras. Cambiamos de puesto al chico que estaba sentado en la silla del lado, nos sentábamos encima de él,y volvíamos a apagar la luz por 5 minutos… Se escuchaban las respiraciones agitadas y sentíamos como la pareja de nuestro lado se iba desnudando, luego, al encender la luz estábamos ya todos casi desnudos, rápidamente nos cambiamos de puesto y volvimos a apagar la luz, la excitación era tan grande que ya terminamos por sacarnos todos la ropa, y así desnudos follamos con nuestra pareja y además sentía las manos de mis amigos y amigas acariciándome, mientras mi pareja de turno me lamía y mordía los pezones, su polla entraba en mi ya jugoso coño, cuando encendimos la luz rápidamente nos volvimos a cambiar y yo me volví a sentar en el pene ahora más duro de mi nueva pareja de juegos, todos gemiamos ya no había disimulo ni pudor, yo quería sentir todas esas vergas dentro de mi al mismo tiempo, sumada a las lenguas de mis amigas por sobre toda mi piel, al final prendimos la luz y ya no fue necesario cambiar… todos estábamos uno al lado del otro, ya no sabía de quién era el pene que estaba dentro de mi vagina y de quién era el que intentaba con fuerza, meterse en mi culo, yo solo quería lamer las tetas de cualquiera de mis amigas….

Fue muy excitante..

Eso es lo más caliente que he hecho.. y tu? (Me preguntó)

 

Yo extasiado con su relato y de solo imaginar a la pequeña Cristina sentada arriba de uno de sus amigos igual de pendejos que ella, mientras otro de sus amigos intentaba meterle su verga en ese culito blanco y jugoso que recién había devorado, no aguante y tomé a Cristi la levante y la senté arriba mío, dándome la espalda, con mis manos acariciaba su clitoris mientras mi pene entraba en las profundidades de su exquisita vagina.. luego la levanté y le metí la verga en su culo, ella amablemente me abrió sus nalgas para que mi pene entrara bien hasta el fondo…

-me encantaría tener a algún amigo acá para llenarte la conchita.. le dije mientras le metía mis dedos en su vagina…

Ella se mordió los labios y volvió a acabar… ahora había manchado mi silla de escritorio…

Deseé tener cerca a algún amigo o mejor dicho a varios amigos para poder ver a la joven Cristina siendo follada en manada.

Gastón Lemark.

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